Muchas fallas son causadas por "lubricación deficiente". El flujo de lubricante a los cojinetes del eje y de apoyo deben ser adecuados para lubricar los bujes, limpiar las superficies y transferir calor de los mismos. El eje y bujes "flotan" en una película de aceite la cual debe estar suficientemente alimentado o un daño podrá ocurrir. La deficiencia de lubricación causa rayas y extracción de material de ambos, los bujes y cojinetes de apoyo. Una vez que el eje esté inestable y girando "fuera de su centro" pueden ocurrir daños secundarios: contacto de los rotores con las carcasas, deflexión o rotura del eje, destrucción de los anillos de pistón o del cojinete de apoyo.

Para determinar la causa de la deficiencia de lubricación primeramente determinamos el modelo de flujo dentro del turbo. En los sistemas del tipo A, los bujes del eje reciben el aceite directamente a través de la cavidad central de aceite del turbo. La arandela de apoyo recibe aceite a través de un canal individual. La falla por deficiencia de lubricación podrá probablemente significar que toda la unidad sufrió falta de aceite. La falla por deficiencia de lubricación solamente del cojinete de apoyo podrá indicar un paso obstruido.

En los tipo B, cada cojinete del eje está lubricado a través de un paso de aceite. El aceite fluye a través de los bujes, en los cuales hay agujeros de lubricación separados. Con este diseño un paso de aceite obstruido o un buje dañado puede afectar apenas un buje sin dañar el otro. Para un turbo es importante el exámen de todos los pasos de aceite durante el análisis de la falla.

Las causas más comunes de falla de lubricación incluyen:

• Baja presión de aceite del motor
• Tubería de aceite obstruida
• Viscosidad o cualidad inapropiada del aceite
• Arranque muy rápido en tiempo frio
• Desgastes en los bearing de motor
• Mal instalacion de turbo
• Exceso de aditivos en el aceite
• Filtros de aceite de mala calidad
• Exceso de temperatura por problemas en la inyeccion
• Parada caliente

Partículas en la entrada de aire y gases dañaran el rotor de turbina del compresor. Si los alabes están deformados o rotos, el material de los alabes están erosionados, o las formaciones de depósitos se rompen o se sueltan, los rotores se tornarán desbalanceados. Eventualmente daños del eje y daños secundarios resultarán de esta condición de desbalanceo.

El mantenimiento inadecuado del sistema de filtraje de aire, pueden permitir que material ajeno entre por el lado del compresor del turbo. Un elemento de filtro de aire dañado no filtrará partículas maléficas.

Contaminantes pueden estar depositados en sistema de admisión de aire o en el sistema de escape del motor cuando el turbo falla. Estos contaminantes, si no fueren debidamente removidos, podrán entrar en el nuevo turbo.

Materiales perdidos de otros materiales ajenos accidentalmente dejados en el múltiple de escape en el sistema de filtraje de aire y admisión pueden también dañar el turbo.

Temperatura excesiva en el escape causarán la carbonización del aceite lubricante obstruyendo el ducto de lubricación.

El paso de aceite y consecuentes depósitos de carbón eventualmente dañarán la parte trasera del rotor de la turbina y de las arandelas de apoyo. Altas temperaturas pueden también erosionar y truncar la carcasa de turbina. Las altas temperaturas pueden resultar de las siguientes condiciones de operaciones severas:

• Exceso de inyección de combustible
• Insuficiente entrada de aire por el filtro obstruido u otra restricción
• Fugas en la admisión o tuberías
• Restricciones excesivas en el escape
• Enfriador de aire (intercooler) obstruido o sucio

En muchos casos, las altas temperaturas pueden ser causadas por el propio turbocompresor. Si una carcasa de turbina o compresor fueron instalados incorrectamente en un turbo, la eficiencia será perdidá y el efecto será similar a una restricción de aire o del escape.

Si no hay evidencias de daños por deficiencia de lubricación, aceite contaminado, material extraño o altas temperaturas en el escape; hay que buscar evidencias de defecto de fabricación o material. En cuanto estos tipos de fallas son infrecuentes, evidencias visibles son fácilemnte reconocidas.

En operación, las piezas del turbo están bajo altas oscilaciones mecánicas y térmicas. La precisión en el manejo de los turbos nuevos o remanufacturados es fundamental. Un pequeño desbalanciamiento o desalineación de cualquier parte resultará en una corta vida para el turbo.